De qué va este blog

Intenté con varios blogs antes. Inventé una marca, investigué redes sociales, sumé tres fans. Escribí sobre empresas, marketing y tecnología. Me aburrí, sinceramente, me aburrí mucho. Al momento de hacer este descargo estoy por cumplir cuarenta años y ya no quiero escribir textos que no me gratifican. Lo sé: mi imagen social empalidece. Aquellos seguidores que alguna vez comentaron una nota poniendo un link a su blog, ya no me siguen. El crack que me publicaba en su Paper.li no me incluye en su diario del día y he perdido la mente afilada de la gente de negocios. Sin ir más lejos, ayer confundí a un Testigo de Jehová con un vendedor de Herbalife (¡pero es que traía las cenizas de su madre en un pote blanco cuando tocó el timbre de mi casa! Se ofendió y se fue llorando. Si estás leyéndome, Abraham, te pido disculpas).

Timesquares1955

Voy a escribir sobre lo que leo, sin preocuparme por la rigurosidad ni por convertir un post en un ensayo. Esto no quiere decir que hable como un astrólogo o un economista. Intentaré ser respetuoso del autor de referencia y de mi propio deseo. La lectura es maravillosa, entre otras cosas, porque nos hace levantar la vista del texto y volvernos hacia adentro. Ese hacia adentro es el que me interesa reflejar. No tanto para mostrar el bello interior que porto, sino porque mi memoria es francamente mala y tras dejar un libro y empezar el siguiente no recuerdo nada del anterior.

En segundo lugar, un blog es una buena motivación para escribir. Como los esclavos de mi clase, si no trabajo no pago las facturas. No me sobra nada. Al volver a casa el cansancio me impide siquiera pensar en escribir un cuento (¡y cuánto menos una novela!). Pero un post y un vaso de agua no se le niegan a nadie. Comienzas hoy; lo redondeas mañana; corriges pasado; buscas una foto, subes el post y twiteas el cuarto día. El viernes te rascas.

Murakami comentó que sus cuentos eran en ocasiones embriones de sus novelas. En mi caso, me estimula pensar que algunas ideas de los posts me servirán para relatos futuros. Eso ya es mucho.

Resumiendo. Con este blog alcanzo tres objetivos:

  • Recordar las obras que leo
  • Escribir con frecuencia
  • Generar ideas para futuros relatos

Si mi blog no lo lee ni Cristo, muchos menos esta parrafada. Sin embargo, dejo registro por si alguna vecina me grita por la ventana que no he sido cuidadoso, que me han faltado citas, que mi idea original ya la han dicho miles. Es verdad vecina, pero prefiero seguir adelante, porque el agotamiento de esta maldita vida es tan grande que si me detengo a citar, buscar bibliografía adicional y analizar la coherencia de todas mis ideas, el sopor me vencería y terminaría durmiendo una siesta que duraría desde estos decepcionantes cuarenta años hasta que arda en el horno tanatorio y me guarden en el tarrito Herbalife.

Las imágenes no tienen relación con el texto.
Las he puesto para no aburrir y porque están muy buenas.
En la primera un hombre aparca en El Gran Cañón en 1914.
La segunda es el Time Square de New York en 1955.
Son de la cuenta de Twitter @veryoldpics.